El Congreso aprobará la iniciativa socialista para asegurar unas condiciones de trabajo «dignas y de calidad» en la economía digital

Esther Peña advierte de que las previsiones indican que «en diez años desaparecerá el 12% de los empleos que hoy conocemos en la provincia» y denuncia que en Burgos la brecha digital se hace más grande en el medio rural, donde buena parte no tiene garantizada la banda ancha fija superior o igual a los 100 Mbps.

El Congreso aprobará este jueves una iniciativa del Grupo Socialista para asegurar unas condiciones de trabajo «dignas y de  calidad» en la economía digital. Durante la tarde de ayer, la moción fue transaccionada por varios grupos (se adjunta la iniciativa acordada). La diputada Esther Peña insistió en la necesidad de poner en primer plano de la agenda política el futuro del empleo y la economía digital, que implica al mismo tiempo «oportunidades que para el crecimiento económico y el empleo implica el proceso de digitalización; riesgos sobre la calidad del empleo y sobre la exclusión social que puede producir, y la obligación de los poderes públicos para enfrentarse a las consecuencias de este modo diferente de concebir el trabajo.

En lo que se refiere al ámbito provincial, Peña advierte de que las previsiones indican que «en diez años desaparecerá el 12% de los empleos que hoy conocemos en la provincia». Denuncia que en Burgos la brecha digital se hace más grande en el medio rural, donde buena parte no tiene garantizada la banda ancha fija superior o igual a los 100 Mbps.

«El margen de mejora existente en relación a formar a los trabajadores y trabajadoras en el ámbito de las competencias digitales obliga a las administraciones a tomar medidas inmediatas para que el tejido productivo de la provincia no se quede atrás», sostiene.

La diputada explicó durante su intervención que es el Gobierno el que tiene que liderar junto al diálogo social una estrategia integral para la gobernanza digital sostenible, «sobre todo, en el ámbito de las relaciones  laborales», el que tiene que velar por crear nuevos empleos de calidad y un sistema de protección social inclusivo, «máxime cuando sabemos que en el futuro inmediato desaparecerá el 12% de los puestos de trabajo que hoy conocemos», y el que «nos preocupa», porque «ante una nueva realidad como es la adaptación a la economía digital, ante algo que irrumpe ahora con fuerza y no tiene pasado, este gobierno no tiene la excusa de siempre: sí, esa de echar la culpa al de antes». «Ahora que la responsabilidad es total de este gobierno, pues pasa lo que pasa: la nada, la absoluta nada que es lo que la ministra expresó, que nada están haciendo para afrontar los nuevos retos», denunció.

Aunque al gobierno le parezca que esto no va con ellos, explicó la diputada, tiene que actuar, «porque nuestros datos sobre digitalización son muy malos en conectividad, en competencias digitales o uso de internet; porque hace una década, algunos de los que integran hoy el gobierno decían que había que cambiar el modelo económico, invertir en ciencia e innovación y crear valor añadido y lo que ha pasado diez años después es que estamos todavía peor, no hemos aprendido nada de esta crisis», relató la diputada, que insistió en que «recorte tras recorte en inversión en I+D nos hacen llegar tarde a la digitalización de la economía, quedándonos a la cola de Europa y vamos por detrás porque el resto de países ya tienen planes, acciones concretas y debate público sobre la transformación tecnológica y aquí, como diría aquel, el gobierno y su ministra de empleo, están a por uvas».

La iniciativa socialista propone, explicó Peña, pasar de un mercado de trabajo precario e injusto a otro más estable y más justo, y de una economía débil y frágil a una economía más sólida y competitiva, porque «las economías más sólidas y competitivas no son las que tiran los salarios y precarizan los empleos, sino las que apuestan por la innovación, la digitalización, la formación y la modernización y las que cuidan a sus trabajadores como un activo fundamental para aportar valor a sus productos y servicios».

«Nuestro modelo laboral no se está adaptando a las innovaciones tecnológicas», por lo que «al desempleo estructural habrá que sumarle el desempleo tecnológico. Hay que señalar los elementos de la precarización donde inciden las nuevas tecnologías y atender a una nueva y mayor precariedad, y tenemos que hacerlo además con perspectiva de género». «No podemos pasar de puntillas por la reforma laboral», y por lo tanto, «nuestra obligación es garantizar un marco de calidad normativa y el paso previo sí o sí es acabar y derogar las reformas laborales y devolver la calidad al empleo».

«Es imprescindible desarrollar capacidades científicas y técnicas, potenciar las vocaciones STEM, en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para reducir la brecha digital y la brecha de género. Y acordarse de los mayores de 52 que además se han quedado sin prestación. En definitiva, una propuesta concreta con una estrategia de país que ponga en marcha todos los instrumentos y herramientas para impulsar la transformación digital en todos los miembros de la sociedad  pero sobretodo una estrategia que nos adapte a este cambio y que limite los impactos negativos que pueden tener en las relaciones laborales y el mercado de trabajo».