El SEPRONA investiga a un cazador por abatir un corzo sin autorización

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Disparó contra el cérvido cuando se encontraba en el coto vecino y para el que no tenía permisos

El SEPRONA de la Guardia Civil ha investigado a J.C.E.P. de 54 años de edad como presunto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por abatir un corzo adulto macho (Capreolus capreolus) en el terreno cinegético vecino, acción para la que no estaba autorizado.

Días atrás una Patrulla del Seprona era comisionada a un paraje de la comarca del Arlanza, donde testigos aseguraban se había producido la muerte de un corzo macho de manera ilegal.

En el lugar, donde permanecía el animal abatido con evidencias de haber recibido un disparo, se entrevistaron con el Guarda de Campo del acotado donde se había producido la muerte del cérvido, así como con un testigo de los hechos.

Ambos corroboraron que el corzo había sido abatido por un cazador, que carecía de los permisos necesarios para realizar la caza de dicha especie en ese terreno cinegético donde se había producido el lance.

Los guardias civiles identificaron al cazador señalado. Éste se encontraba al corriente de las autorizaciones reglamentarias y permisos para ejercer la caza en otro terreno cinegético, el colindante, pero carecía de las autorizaciones para el acotado en que se denunciaba había sido abatido el animal.

Residente en la provincia gaditana, J.C.E.P. ha sido investigado como presunto autor de un delito contra la fauna.

El rifle del calibre 7 mm que portaba ha sido intervenido, al igual que el cadáver del animal que ha sido entregado en el Centro de Recuperación Animales Salvajes en Burgos.

Las diligencias instruidas serán entregadas en el Juzgado de Instrucción N º1 de Lerma.

La Guardia Civil recuerda ciertas normas

  • Para poder cazar el corzo debe portar su documentación personal, la licencia de caza, permiso de armas, guía de pertenencia, seguro obligatorio, precinto para la especie a cazar y autorización del titular del terreno cinegético donde se practica la acción cinegética.
  • Se recuerda que el precinto ha de portarse durante la caza en el terreno para el que está autorizado.
  • En el caso de los ejemplares de corzo macho, conforme a lo estipulado en la Ley de Caza de Castilla y León sobre el precintado de piezas de caza, debe colocarse en la base de la cuerna del animal una vez abatido, entre la roseta y la primera punta.
  • Debe separarse de su matriz y recortarse la fecha de su captura.
  • La brida ha de ajustarse, sin que exista holgura, de tal manera que impida su retroceso o que pueda soltarse o salirse de su ubicación.
  • Una vez fijado el precinto tras el abate, este legaliza el lícito traslado y transporte del cérvido.

La iniciativa se enmarca en la actividad conjunta que desarrollan ambas entidades en la provincia de Burgos

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