Detenido el conductor de un vehículo articulado por negarse a realizar la prueba de alcoholemia

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Sufrió un aparatoso accidente de circulación presentando evidentes síntomas de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas

Fuerzas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos han instruido diligencias y detenido a A.H. de 37 años de edad, como presunto autor de los delitos contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y negativa a someterse a las pruebas de determinación del grado de intoxicación alcohólica.

Los hechos ocurrieron minutos antes de la medianoche del martes 24 de abril, cuando un vehículo articulado de hasta 40.000 Kg. sufrió un accidente de circulación en la carretera N-1, a su paso por La Ribera; al aproximarse a una intersección regulada por una rotonda, el vehículo cruzó “en recto” la misma, chocando posteriormente contra una señal de tráfico.

El accidente se saldó con el conductor y único ocupante ileso, si bien a consecuencia de la salida de vía resultaron daños materiales tanto en la cabeza tractora como en elementos de la vía, al chocar contra la señalización vertical.

El conductor, en tránsito por la provincia, presentaba evidentes síntomas de haber ingerido alcohol y de encontrarse bajo la influencia del mismo.

A pesar de los requerimientos de los guardias civiles para que realizara la reglamentaria prueba de alcoholemia mediante el aire espirado, el conductor se negó reiteradamente a realizar los test.

A.H. ha sido detenido como presunto autor de sendos delitos contra la seguridad vial, instruyéndose diligencias que serán entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Aranda de Duero.

El accidente pudo tener graves consecuencias no solo para la integridad del conductor, ya que la señal pudo haber penetrado en la cabina, sino para el resto de usuarios de la vía ya que de encontrarse, en ese momento, otro vehículo circulando por dentro de la rotonda pudiera haber sido arrollado.

La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.

Se recuerda que para este tipo de conductores la tasa máxima de alcohol, medida mediante el aire espirado, está establecida en 0’15 mg/l.

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