El Hospital San Juan de Dios de Burgos y la UBU estudiarán la neurorehabilitación del ictus

La investigación, fruto de un convenio marco firmado por ambas instituciones para el desarrollo de iniciativas conjuntas en materia formativa, docente e investigadora, analizará la efectividad de la terapia en espejo y del ejercicio terapéutico cognoscitivo en la recuperación del miembro superior de los pacientes afectados por un accidente cerebrovascular.

El Hospital San Juan de Dios y la Universidad de Burgos (UBU), con el apoyo de la Fundación San Juan de Dios, han unido fuerzas para el desarrollo de un proyecto denominado ‘Nuevos enfoques en neurorehabilitación del ictus’ tras la firma de un convenio marco para el desarrollo de iniciativas conjuntas en materia formativa, docente e investigadora.

El estudio, que se desarrollará bajo la coordinación del profesor de la UBU Jerónimo González Bernal como investigador principal, ahondará en la efectividad de la terapia en espejo y del ejercicio terapéutico cognoscitivo en la recuperación del miembro superior de los pacientes afectados por un accidente cerebrovascular tanto isquémico (originado por un coágulo de sangre) como hermorrágico (rotura de un vaso).

El rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, y el gerente del Hospital San Juan de Dios, Juan Franscisco Seco, han rubricado un acuerdo que ya ha dado sus primeros frutos con un proyecto centrado en el cuidado y la promoción de la autonomía personal después de sufrir una patología que, después del infarto de miocardio, representa la primera causa de mortalidad en mujeres -la tercera en hombres-, así como de invalidez permanente, y la segunda  de demencia tras la enfermedad de alzhéimer. Y es que la mayoría de los pacientes sufre secuelas que en un tercio de los casos les inhabilitan para realizar las actividades de la vida diaria.

En este contexto, el tratamiento precoz se revela clave. Porque tan solo el 18 por ciento de los pacientes con hemiparesia inicial grave alcanzan una recuperación funcional completa transcurridos los cinco meses.

La mayoría de los estudios demuestran la importancia de las intervenciones centradas en el paciente, así como la necesidad de combinar distintas técnicas evitando centrar la neurehabilitación en una sola modalidad.

Por ello, el presente estudio utilizará la terapia en espejo y el ejercicio terapéutico cognoscitivo, ambos métodos con el aprendizaje motor orientado a la tarea al permitir el desarrollo de estrategias para conseguir realizar movimientos útiles en diferentes entornos y situaciones.

En este sentido, los terapeutas ocupacionales deberán seleccionar actividades apropiadas para el paciente en cuanto a intereses y grados de dificultad, de acuerdo con sus capacidades.

En opinión del rector Pérez Mateos, “la firma de este convenio con el Hospital San Juan de Dios sirve para consolidar aún más si cabe, el irrenunciable compromiso de la Universidad de Burgos con la investigación, así como el desarrollo de nuestros estudios en el ámbito sanitario bajo el impulso de la Facultad de Ciencias de Salud y sus excelentes investigadores, como es el caso del profesor Jerónimo González Bernal”.

“El Hospital San Juan de Dios tiene mucha experiencia en la atención al paciente con ictus y puede aportar a la UBU todo su conocimiento para mejorar su manejo y, en consecuencia, su evolución y pronóstico dada su vulnerabilidad”, explica por su parte el director gerente del centro médico burgalés, Juan Francisco Seco.

Terapia en espejo vs ejercicio terapéutico cognoscitivo

La terapia en espejo, nacida a finales de los años 90 e inicialmente utilizada para el tratar del dolor del ‘miembro fantasma’ tras una amputación, se ha mostrado efectiva para la rehabilitación de personas con disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo. Al crear una ilusión de movimiento en el cerebro, ayuda a la recuperación de las funciones perdidas.

Por su parte, el ejercicio terapéutico cognoscitivo, creado por el neurólogo italiano Carlo Perfetti en los años setenta, supera la idea de que la recuperación del movimiento se pueda fundamentar en la potenciación muscular o en una evocación de reflejos. Así, defiende la utilización de la memoria, el razonamiento, el lenguaje, la atención y la percepción para lograr el movimiento.

Jerónimo González Bernal recibió el pasado 23 de enero, junto a Josefa González Santos y Raúl Soto Cámara, el primer premio de investigación del Consejo Social de la Universidad de Burgos por el trabajo ‘Tiempo es cerebro: análisis de los factores que influyen en el retraso prehospitalario del ictus’. Un trabajo que pone de manifiesto la necesidad de desarrollar campañas de concienciación para reconocer los signos y síntomas del ictus de cara a la activación del servicio de emergencias médicas.