La familia de José Manuel Cerdá López dona su archivo personal y científico a la Fundación Atapuerca

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Firma de la cesión de documentos

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La Fundación Atapuerca ha recibido, mediante un convenio de cesión firmado con Eduardo Cerdá Romero, el archivo personal y científico de José Manuel Cerdá López (1946–2001), figura clave en la promoción cultural y científica de la sierra de Atapuerca. La donación, realizada de forma gratuita y sin contraprestación, incluye la cesión de todos los derechos sobre los materiales, que la Fundación se compromete a conservar, estudiar y gestionar conforme a su política de donaciones.

Documentos donados

Eduardo Cerdá Romero ha realizado esta donación tanto a título personal como en representación de la Asociación de Amigos de la Sierra de Atapuerca, de la que su padre fue presidente. El archivo pasa a formar parte del fondo documental del Centro de Investigación Emiliano Aguirre (CIEA), de la Fundación Atapuerca, que se encargará de su conservación, estudio y difusión conforme a su política de donaciones.

El acto de cesión ha tenido lugar esta mañana en el laboratorio Reina Sofía del CIEA y ha contado con la presencia de Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de la Fundación Atapuerca; Eudald Carbonell i Roura, vicepresidente de la Fundación y Eduardo Cerdá Romero, hijo de José Manuel y ha venido en representación de la Asociación de Amigos de la Sierra de Atapuerca. También han asistido al acto Carmen Romero, esposa de José Manuel, sus hijos y amigos cercanos.

La Fundación Atapuerca agradece esta donación, que permitirá enriquecer el conocimiento sobre la historia reciente de la Sierra y fortalecer la memoria colectiva de su entorno.

Un legado científico de gran valor

José Manuel Cerdá López nació en Madrid en 1946. En la década de los 60 estudió en la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola de Madrid, formándose como ingeniero agrónomo. Ingresó en el Ministerio de Agricultura y fue destinado a Benavente (Zamora), donde conoció a su futura esposa, María del Carmen Romero. Posteriormente aprobó oposiciones al Ministerio de Hacienda (Dirección General del Catastro de Rústica) y fue trasladado a Zamora capital. En 1978 se estableció en Burgos, donde ejerció durante 23 años como Jefe de Sección del Catastro.

A lo largo de su carrera, fue también presidente de la Asociación de Ingenieros Agrícolas de España y ejerció como ponente de urbanismo en representación de la Junta de Castilla y León.

La vinculación de Cerdá con la sierra de Atapuerca se remonta a generaciones anteriores: su familia paterna era originaria de Atapuerca y la materna de Olmos de Atapuerca. En 1991 fue elegido alcalde pedáneo de Atapuerca y desde entonces impulsó numerosas actividades culturales, entre ellas lA inicios de los años 80, Cerdá conoció a Eudald Carbonell. De esa relación surgieron las primeras iniciativas para reunir a los alcaldes de los municipios de la sierra con el objetivo de crear una mancomunidad en torno a los yacimientos arqueológicos. Esta propuesta sentó las bases para la creación de la Asociación de Amigos de la Sierra de Atapuerca en 1997, con el firme propósito de proteger, conservar y divulgar los yacimientos desde una perspectiva tanto cultural como medioambiental.

 

Fruto de esta intensa y pionera labor —en gran parte poco conocida— se generó un archivo documental de gran valor para preservar la memoria del proceso de defensa, promoción y divulgación del entorno de Atapuerca.

 

El fondo documental de José Manuel Cerdá López está compuesto principalmente por notas manuscritas, correspondencia diversa, mapas, documentación administrativa sobre la protección de la Sierra, así como materiales relacionados con la actividad de la Asociación de Amigos de Atapuerca, conferencias y artículos de prensa centrados en la divulgación y salvaguarda del patrimonio arqueológico y natural de la zona.

 

 

Centro de Investigación Emiliano Aguirre: un espacio para la memoria y la investigación

 

El Centro de Investigación Emiliano Aguirre, cofinanciado por el Patronato de la Fundación y la Junta de Castilla y León, está dedicado a la recopilación y preservación de los trabajos científicos del proyecto Atapuerca. Alberga el Laboratorio Reina Sofía, equipado con el apoyo de la Fundación Reina Sofía, y espacios destinados a la investigación, además de un archivo y la Biblioteca Gonzalo Santonja.

 

Este Centro se concibe como un espacio abierto a la sociedad, donde será posible consultar, en formato físico y digital, documentos, publicaciones y artículos científicos relacionados con la investigación del Cuaternario y los hallazgos en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Además, está llamado a contribuir a la memoria internacional del estudio de la evolución humana, ya que aceptará documentación de colegas que hayan tenido un papel relevante en la investigación de la prehistoria durante los siglos XX y XXI.

 

Su creación forma parte del proceso de expansión de la Fundación Atapuerca a través de dos enfoques estratégicos: la retrospectiva, que se desarrolla en este centro en Ibeas de Juarros, y la prospectiva, que se llevará a cabo en el antiguo Hospital de Peregrinos de Atapuerca, con el respaldo de la Diputación Provincial de Burgos.

 

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