Tubilla del Agua se lanza a conquistar al turismo

Presentación de la guía de Tubilla del Agua
El Ayuntamiento de Tubilla del Agua, en colaboración con la Diputación de Burgos, ha puesto en marcha una ambiciosa iniciativa para reforzar el atractivo turístico de la zona, apostando por una nueva estrategia que mezcla tradición y tecnología para dar a conocer uno de los paisajes más singulares de la provincia.
El proyecto, presentado recientemente, busca poner en valor tanto el patrimonio natural como el humano de este municipio enclavado en el norte burgalés, a apenas 47 kilómetros de la capital. Desde la Diputación se ha descrito a Tubilla del Agua como “un gran parque natural”, en el que se conjuga un entorno de belleza única con una destacada actividad en el sector primario, especialmente en la producción de miel.
El gran objetivo, según han explicado desde el consistorio, es posicionar a Tubilla del Agua y su comarca como un destino “imprescindible” no solo en Burgos, sino también dentro de Castilla y León. Pese a su cercanía con la capital y a su localización en plena N-623 —donde es habitual parada de moteros y camioneros—, el municipio sigue siendo un gran desconocido para muchos burgaleses. “Nos falta gente”, reconocen desde el Ayuntamiento, que hace un llamamiento para que los propios vecinos de la provincia se animen a visitarlo.
Como parte de esta campaña, se ha editado una nueva revista turística que recopila los principales lugares de interés de la zona, con descripciones accesibles y sugerencias de visita. Pero el proyecto no se queda ahí: en lugar de limitarse a distribuir folletos en ferias, se ha apostado por una estrategia más moderna y transmedia, incorporando códigos QR en los materiales impresos que permiten al visitante acceder a información ampliada en sus dispositivos móviles. Desde los detalles históricos de cada rincón hasta datos prácticos sobre alojamiento o gastronomía, todo estará al alcance de un clic.
Con esta propuesta, Tubilla del Agua busca dejar de ser un tesoro escondido y convertirse en una parada obligatoria para el turismo rural y cultural.