Sotopalacios y San Martín, una cita para el otoño
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Sotopalacios celebra la fiesta de su patrono, San Martín de Tours, con un amplio y variado programa de actividades

La localidad de Sotopalcios celebra la festividad de San Martín de Tours. Del viernes 9 al domingo 11 de noviembre, la localidad se sumerge en un sin fin de actividades festivas, talleres y música para todas las edades.
Con la morcilla como protagonista, el viernes era el momento de aprender a elaborar morcillas para después realizar un taller con este embutido que ha llevado el nombre de Sotopalacios por todo el mundo.
La música llegaba de la mano del I Festival Rockzilla, en el que A Sako, Zente, Four Fiesta y el rock eran protagonistas de la noche.
La gastronomía ha estado presente en estas fiestas, y el sábado una alubiada popular congregaba a todos los vecinos en torno a esta comida. Por la tarde, «De vinos» con la Charanga Los Famosos.

El día grande el domingo 11, festividad de San Martín, el espectáculo estaba asegurado en el Slalom de Tierra y KDD Sotopalacios, que a partir de las 11 de la mañana congregó a numeroso público en las inmediaciones del polígono Industrial de la localidad. Los vehículos, hicieron el recorrido marcado, y algunos de ellos, incluso con obstáculos mas que importantes, que pudieron sortear.
La misa castellana en la iglesia de San Martín de Tours era el acto central de la mañana, y las danzas que ponían la música a la celebración, recorrían las calles de la localidad tras la celebración para pasar a la parte lúdica de la fiesta, la degustación de pinchos con productos de la matanza para todos aquellos que se han acercado a la carpa.
Sotopalacios y la morcilla

Sotopalacios puede considerarse uno de los epicentros de la fabricación de la morcilla de Burgos, de hecho, goza de nombre propio dentro de la morcilla de Burgos, y de todos es conocida la «Morcilla de Sotopalacios». Pero en Sotopalacios se ha dado un paso más, y a la morcilla se suman otros productos del cerdo, la matanza y delicias gastronómicas con la morcilla como base. Es por esto, que en Sotopalacios, más que en ningún sitio, «A cada cerdo le llega su San Martín».