TURALBUR presagia un mal otoño para el turismo rural.

La Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos (TURALBUR) vaticina un oscuro panorama para el sector en los próximos meses.

Después de un verano en que se ha rozado el 50% de ocupación en julio y un 65% en agosto, las previsiones para lo que queda de verano y el próximo otoño son poco halagüeñas.

Los últimos días se han multiplicado las cancelaciones de reservas, «algunos establecimientos han visto reducida su ocupación de cara a septiembre en un 75%», comenta Francisco Hernansanz, Presidente de Turalbur.

Además de la incertidumbre y crisis económica provocada por la COVID-19, desde los establecimientos asociados a TURALBUR también se apunta, «a la falta de promoción de nuestra comunidad y provincia. Otros destinos no dejan de publicitarse, pero nosotros quedamos abandonados a nuestra suerte».

Ante la delicada situación que viven decenas de establecimientos desde TURALBUR se insiste en la creación de un programa de promoción de nuestra provincia, la utilización del Aeropuerto de Burgos para la recepción de visitantes, la colaboración de las administraciones públicas con el tejido turístico de cara a las iniciativas de promoción, entre otras.

Por último TURALBUR vuelve a solicitar ayudas inmediatas al sector, que representa un 11% del PIB de la Comunidad Autónoma, «tras las limitaciones del confinamiento, con prácticamente cuatro meses de cierre en un periodo muy propicio con varios puentes, las actuales medidas restrictivas de la comunidad de Madrid –principal emisor de huéspedes a nuestra provincia-, la situación, si nada cambia, se puede convertir en insostenible para los propietarios que tienen el turismo rural como su actividad principal».