Las excavaciones del Solar del Cid dejan la puerta abierta a nuevas excavaciones

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Se han encontrado más de 10.000 fragmentos y piezas muy especiales como monedas o un dedal

Tras seis meses de trabajo, la campaña de excavación arqueológica proyectada en el Solar del Cid está a punto de concluir. En estas dos fases realizadas, se han venido estudiando los restos arqueológicos existentes bajo el suelo del Solar, y ante la posibilidad de integrar los vestigios dentro de la Ruta Cidiana que se desarrolla en la ciudad. Los trabajos se han desarrollado con financiación municipal y gracias al Plan de Empleo de la Junta de Castilla y León.

El sencillo monumento que hoy se alza en el mismo fue colocado en 1784 como vínculo de éste terreno con casas que un día pertenecieron a Rodrigo Díaz de Vivar. Al igual que en el resto de la ciudad, hacia el siglo XIII se encuentra plenamente urbanizado. En esta zona existen casas y calles que albergan algunos gremios artesanales como plateros y caldereros, con sus casas y tiendas.

Hacia el siglo XVI la calle sufre una gran decadencia, y de forma paulatina los inmuebles se fueron abandonando hasta convertirse en ruina. Actualmente se ha excavado una superficie de unos 200 m2 posicionada dentro de los límites actuales del Solar, preservando la zona de escalinata y el espacio que ocupa el monumento más un perímetro circundante. En ella se han constatado ámbitos de ocupación claramente diferenciados y pertenecientes a marcos cronológicos diferentes.

En el sector oeste, se han preservado un conjunto de hoyos horadados en el sustrato geológico para el almacenaje de víveres, una práctica agrícola que puede perdurar hasta el siglo XI. Hacia los siglos centrales de la Edad Media estos silos se convierten en basureros aportando así material arqueológico: principalmente objetos cerámicos y huesos de animales. En el siglo XIII, o como muy tarde en el siglo XIV se realiza la vivienda o viviendas, ya que es posible que nos encontremos ante dos casas y no una como inicialmente se pensaba. Se trata de espacios domésticos divididos en estancias.

Responden a una planta baja a la que se debió sumar al menos un piso superior. De ellas se han conservado los suelos hechos con canto de río. Uno de estos espacios queda asociado con un patio, posiblemente porticado y dotado de pozo excavado a unos 4,00 metros de profundidad. En esta misma época, o tal vez después, se construye un horno de adobe y mampuesto, en la sala oriental y se adecua el espacio a las nuevas necesidades funcionales, por ejemplo, el suelo de canto rodado se recubre con una capa de yeso, y se definen nuevos espacios utilizando como materia prima principalmente encofrados de yeso. Dadas sus características y la presencia de escorias se está valorando la posibilidad de que se trate de un horno relacionado con una actividad metalúrgica de los gremios que ocupaban el lugar.

Ampliación de la zona de excavación

Desgraciadamente, las dimensiones de estos espacios sobrepasan las actuales proporciones del Solar del Cid lo que dificulta establecer de forma precisa su distribución o la ubicación de las entradas por ejemplo. Hay diferentes aspectos que únicamente podrían ser aclarados ampliando la zona de excavación. Esta misma circunstancia concurre en una construcción localizada en la esquina suroeste y de cronología anterior a las viviendas documentadas en base a la estratigrafía registrada. Se trata de un recinto en el que se ha conservado la roca lo que lleva a plantear que constituya los restos de algún elemento de carácter defensivo: cimiento de una torre, puerta, muralla, etc… No cabe duda, que este vestigio es uno de los más interesantes de esta campaña.

Desde que comenzaron los trabajos arqueológicos se ha generado un gran interés en el público por conocer los vestigios que van saliendo a la luz. Son numerosas las personas que cada día se aproximan al Solar bien de forma individual o incluso en grupos de todas las edades. Colegios, Institutos, Centros Cívicos, etc., de Burgos y otras provincias, han visitado el Solar del Cid con gran interés. En la campaña anterior únicamente en las dos jornadas de puertas abiertas se concentraron unos 600 visitantes, lo que pone de manifiesto que la arqueología además de ser fundamental en la investigación, constituye un potencial como recurso turístico.

Por ello, el próximo día 19 de diciembre se espera realizar una nueva jornada de puertas abiertas para acercar a los burgaleses y visitantes una parte de nuestra historia. El horario será de 10,00 h a 14,00 h y de 16,00 h a 18,00 h.

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