La Iglesia da respuesta a gran parte de los solicitantes de protección internacional

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Más de un 75% de los demandantes van siendo rechazados y requerirán la asistencia de instituciones religiosas, que también atienden sus primeras necesidades durante el proceso previo.

En lo que vamos de año, de las 8.210 personas que acudieron a los Servicios de Cáritas, 346 eran solicitantes de protección internacional. Esta institución, junto con otras de la Iglesia, como la Casa de Acogida San Vicente de Paúl, Atalaya Intercultural y los Salesianos da respuesta a las primeras necesidades de las personas que llegan a nuestra provincia en busca de un futuro mejor, la mayoría huyendo de situaciones dramáticas en sus países de origen (guerras declaradas o no declaradas, violencia, amenazas, extorsiones…). A pesar de ello, entre un 75 y un 80% de los demandantes de esa protección internacional verán su solicitud denegada, «quedarán como inmigrantes irregulares que van a necesitar nuestra ayuda», ha alertado esta mañana Hilda Vizarro Taipe, delegada diocesana de Pastoral de Migraciones, en la presentación de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que se celebra el próximo domingo.

En el mismo sentido se ha pronunciado Eulalia Tejido Ortega, Hija de la Caridad y trabajadora social de la Casa de Acogida San Vicente de Paúl. «Hay un aumento considerable de solicitantes de protección internacional, y hay que darles ese derecho porque así está reconocido en la Convención de Ginebra y en la Declaración de los Derechos Humanos. Lo que está ocurriendo es que hay una demora importante en el estudio y la concesión de este estatus. Hay una lista importante y pocos recursos humanos, con lo cual la Policía tiene un montón de solicitudes que no puede ir resolviendo con agilidad. Hay un porcentaje muy alto que, habiendo solicitado entrar en este sistema de acogida, queda luego excluido, con lo cual ¿qué va a pasar después?».

La delegada diocesana de Pastoral de Migraciones ha apuntado que algunas personas ven denegada su solicitud de protección internacional porque las pruebas que aportan suelen ser mínimas; a otras, aunque traigan todas las pruebas para que les den esa condición de asilado, no se les reconoce para evitar conflictos diplomáticos con los países de origen (es el caso de Colombia, El Salvador u Honduras, por ejemplo). Sí hay un porcentaje alto, en el caso de los venezolanos, que conseguirán permiso de residencia y de trabajo pero por razones humanitarias.

La Casa de Acogida San Vicente de Paúl, que lleva 19 años en funcionamiento, trabaja en coordinación y colaboración con Cáritas. En Burgos, la asociación Accem, que sí forma parte de la red institucional, junto con organizaciones como Cruz Roja o Burgos Acoge, hace la primera acogida para solicitantes de asilo para entrar en el sistema nacional de acogida, e incluye la cobertura básica de los servicios jurídicos y solicitud de plazas. Pero mientras eso llega y esas personas no cuentan con el estatus de protección internacional, en la Casa de Acogida se les da alojamiento y comida. En lo que va de año se ha acogido a 23 internos, con una media de estancia de seis meses, y el comedor atiende a otras demandas de inmigrantes y personas sin hogar españolas o extranjeras (alrededor de 165 personas al mes).

En la rueda de prensa de presentación de la Jornada ha intervenido también José Alexander Villafranco, salvadoreño, solicitante de protección internacional (hasta hace poco residente en la Casa de Acogida). Alex, que salió de su país huyendo de la extorsión, ha agradecido la acogida recibida y ha relatado el proceso que sigue una persona que, como él, llega aquí «con una necesidad y una esperanza».

«No se trata solo de migrantes»

Este año el lema de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado es «No se trata solo de migrantes». ¿Y de qué, entonces? «Se trata de vencer nuestros miedos, se trata de nuestra humanidad, de no excluir a nadie, se trata de construir una ciudad de todos, una ciudad de Dios, y se trata de los últimos», ha explicado Vizarro. «Y mientras exista y continúe el actual sistema político, económico, social en los países de origen, las personas van a seguir viniendo, van a seguir saliendo para buscar una mejor vida», ha sostenido. «No es tanto salir como huir».

Con motivo de esta jornada, que por primera vez se celebra en el mes de septiembre, la delegación diocesana de Pastoral de Migraciones y algunas comisiones arciprestales han organizado actividades en diversos puntos de la diócesis, como sesiones de cinefórum en Burgos y Aranda, y vigilias de oración en Miranda y Roa. En la capital, el acto principal será el IV Encuentro de Naciones, que se celebrará el sábado 28, en la sede de Jesuitas, a partir de las 17:30 h., y que contará con la participación de personas de al menos quince países.

El domingo, día 29, todas las parroquias tendrán en cuenta en sus celebraciones esta Jornada. En la parroquia de La Inmaculada, la misa de 11:30 h. será presidida por el obispo auxiliar de Bangassou, el burgalés Jesús Ruiz Molina, responsable de la Pastoral de Migraciones y Refugiados de la República Centroafricana.

 

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