La Policía Nacional desmantela un piso particular en la ciudad de Burgos dedicado a la explotación sexual
Un varón de 61 años, propietario de la vivienda, ha sido detenido como presunto autor de un delito relativo a la prostitución y contra el derecho de la ciudadanía extranjera
La Policía Nacional de Burgos sigue volcada en la lucha contra el tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual, así como la determinación o el mantenimiento coactivo en el ejercicio de la prostitución que se desarrolla en los clubes de alterne o en pisos particulares. Generalmente en estas viviendas el arrendador o el propietario anuncian en páginas de contenido sexual los ‘servicios’ de las víctimas, aprovechándose del estado de necesidad generado por la situación irregular de las mujeres y hombres por la actual coyuntura económica de España y por la emergencia sanitaria.
Una intervención llevada a cabo el pasado mes de julio por agentes de Policía Local de Burgos en un domicilio particular -motivada al parecer por una disputa entre inquilino y propietario- supuso el inicio de la investigación por parte de la Policía Nacional de la ubicación de un posible piso donde se pudiera estar ejerciendo la prostitución coactiva.
Los agentes detectaron que una de las mujeres podía estar siendo víctima, por lo esta fue traslada a la Comisaría Provincial de Burgos, donde relató su situación personal. Acto seguido se activó el protocolo de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, protegiéndola para que no quedara en situación de riesgo.
La investigación puesta en marcha constató que, efectivamente, y tal como viene ocurriendo en las principales localidades españolas, la prostitución está sufriendo un proceso de migración desde los clubes de alterne a los pisos de alquiler.
Aunque la investigación se mantiene abierta, el pasado 1 de diciembre se procedió a la detención del varón de 61 años, el propietario de la vivienda, como presunto autor de un delito de prostitución coactiva y contra los derechos de la ciudadanía extranjera.
De esta manera, se ha conseguido liberar a una mujer de nacionalidad extranjera, proporcionándole todos los servicios y recursos de atención y protección especializados disponibles que garantizan su seguridad.
Desde la Subdelegación del Gobierno en Burgos se recuerda que la prostitución es una de las formas más brutales de violencia contra las mujeres, que son engañadas, extorsionadas o abocadas a hacerlo por graves problemas económicos o de vulnerabilidad.
Se recuerda además que así se ha plasmado en campañas como la del Gobierno ‘Sin clientes no hay trata. Estás pagando por una esclava sexual’ (imagen adjunta). La finalidad de iniciativas como esta es precisamente explicar que la prostitución despoja a las personas -en su mayoría mujeres y niñas- de dignidad, las cosifica y mercantiliza hasta el punto de que incluso después de conseguir abandonarla se ven obligadas a vivir con gravísimas secuelas.
