La Agencia de Protección Civil y Emergencias organiza el curso ‘Actuaciones en conductas y riesgos suicidas’ para 72 bomberos y 63 agentes de policía local

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El plan de formación de la Agencia de Protección Civil para 2023 incluye siete ediciones del curso ‘Actuaciones en conductas y riesgos suicidas’, impartidas por el Colegio de Psicología de Castilla y León, orientado a capacitar a estos profesionales para abordar conductas suicidas y además para protegerse psicológicamente como primer interviniente.

En el balance de llamadas al teléfono de emergencia 1-1-2 recibidas en 2022 se destacaba un aumento significativo del número de intentos de suicidios respecto al de años anteriores, 3.600 emergencias fueron calificadas como intentos de suicidio. En el primer semestre de este año ya se han recibido 1.740 llamadas por esta causa. Los policías locales que patrullan las calles y los bomberos de servicio son recursos del sistema de protección civil de gran valor para abordar la primera intervención frente a una conducta suicida por la rapidez con la que pueden llegar a la escena.

En España, el suicidio es actualmente la principal causa de muerte no natural, según datos de 2021 del Observatorio del suicidio de España de la fundación española para la prevención del suicidio. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 fallecieron en España por suicidio 4.003 personas. El número de muertes por esta causa en hombres es 2,92 veces superior al de mujeres, además las cifras muestran un incremento de muertes por suicidio en el año 2021 en menores de 15 años, pasando de 14 en 2020 a 22 en 2021. En la etapa de 15 a 29 años se produce también un incremento, pasando de 300 a 316 suicidios. En ese mismo año, en Castilla y León hubo 236 muertes por suicidio, 168 hombres y 68 mujeres, lo que suponía un 3,5 % más que en 2020. La tendencia, siguiendo la serie histórica es al alza, también en Castilla y León donde las muertes por suicidio llevan en aumento desde 2017.

El papel de los policías y bomberos en la prevención del suicidio según la OMS

La Organización Mundial de la Salud propone como meta a los Gobiernos reducir la tasa de mortalidad por suicidio un 15 % para 2023 y un tercio para 2030. Para ayudar en el cumplimiento de estas metas, ha publicado dos documentos en los últimos años, ‘Prevenir el suicidio. Un imperativo global’ (2014) y ‘Live life’ (‘Vivir la vida. Guía de aplicación para la prevención del suicidio en los países’, 2021).

El primero de los documentos insiste en la importancia de capacitar a los guardianes, definiendo como ‘guardián’ a todo aquel que está en condiciones de identificar si alguien puede estar contemplando el suicidio y entre ellos cuenta a los policías y los bomberos.

Según la OMS los programas de capacitación de los guardianes deben desarrollar sus conocimientos, actitudes y aptitudes para que puedan identificar a las personas en riesgo, determinar el nivel de riesgo y derivar a esa persona para que reciba el tratamiento oportuno.

El segundo de los documentos señala como una de las líneas de acción básicas la capacitación de policías y bomberos para la gestión correcta de conductas suicidas e insiste en la importancia de la colaboración multisectorial de personas provenientes de diversos entornos (trabajadores de la salud, educadores, policías, bomberos, operadores de líneas telefónicas de emergencia, profesionales de medios de comunicación…) para mejorar la coordinación entre los diversos tipos de atención que precisan las personas con conductas suicidas con el fin de que la transición entre los distintos niveles de atención sea rápida y sin tropiezos.

Desde el organismo internacional se deja clara la importancia de invertir en formación como la mejor fórmula para capacitar a quienes actúan como primeros intervinientes en el manejo y abordaje del riesgo suicida, no solo dotándoles de herramientas, técnicas y conocimientos para la comprensión del comportamiento suicida, también ayudándoles a derribar mitos, prejuicios y actitudes estigmatizantes que rodean dicho comportamiento, y a la vez protegiéndolos psicológicamente para enfrentarse a un suceso que siempre deja huella.

Curso ‘Actuaciones en conductas y riesgos suicidas’ de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio

La apuesta de la OMS por la formación de policías y bomberos en la gestión de conductas autolíticas como medida para alcanzar sus objetivos numéricos sobre suicidios es clara, y la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio quiere aportar su granito de arena para alcanzar las metas numéricas que ha fijado esta Organización. Cada año, de forma reiterada, se incluye en el Plan de formación de protección civil que gestiona la Agencia de Protección Civil y Emergencias, el curso ‘Actuaciones en conductas y riesgos suicidas’ a disposición de los policías locales y bomberos profesionales que quieran mejorar su capacidad de atención y prevención de comportamientos suicidas y que en cada convocatoria tiene mayor demanda.

En el primer semestre de este año se han celebrado siete ediciones del curso, en Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid. En total, han participado 72 bomberos profesionales y 63 policías locales.

El curso se estructura en torno a dos ejes fundamentales, por un lado, la comprensión de qué es el suicido y cómo gestionar la actitud suicida de la persona con la que se va a tener que interactuar; y por otro lado, la protección como intervinientes, es decir, la preparación psicológica de los mismos bomberos y policías locales para enfrentarse a esa situación de estrés poniendo en práctica habilidades de autoprotección psicológica.

Siguiendo estas dos líneas conductoras, durante el curso los participantes profundizan en el conocimiento de la conducta suicida, se presta especial atención al suicidio en personas mayores, se analiza el tratamiento que hacen del suicidio los medios de comunicación, y se dedica un espacio de estudio a la atención telefónica de las conductas suicidas.

Un peso destacado en el curso tienen los protocolos, pues su valor en la gestión de los intentos autolíticos es indudable, ya que lo protocolos permiten que las intervenciones sean homogéneas, que se reduzcan las conductas impulsivas de los intervinientes, que se mejore la identificación de los factores que rodean la conducta suicida y que la toma de decisiones sea más fácil.

En el curso se estudian tres protocolos básicos, el protocolo de actuación cuando el acto suicida está en curso, el protocolo de intervención cuando el consultante refiere el suicidio de un familiar y el protocolo de actuación en conductas autolíticas.

Protocolo de actuación de conductas autolíticas de la Federación de Salud Mental de Castilla y León

Se presentó en septiembre del año pasado como una guía para ampliar el conocimiento acerca de la conducta autolítica y facilitar la aplicación de estrategias de promoción, prevención y detección precoz de las conductas suicidas.

El protocolo se ha convertido en un recurso básico en el curso para bomberos profesionales y policías locales pues les proporciona una estrategia de actuación avalada por la experiencia de los especialistas que han elaborado el protocolo. Desde el protocolo se abordan los factores de protección, de riesgo y precipitantes del suicidio, las estrategias de comunicación y el papel de cada profesional en el tratamiento de la conducta suicida.

Formación práctica

El curso ‘Actuaciones en conductas y riesgos suicidas’ tiene un carácter eminentemente práctico. Durante el mismo se organizan dinámicas de grupo que permiten a los participantes ponerse en situación y visualizar más fácilmente el escenario al que se enfrentan, les ayuda a comprender qué le está ocurriendo a la persona con la que tienen que dialogar, a trabajar las distintas fórmulas argumentales en función de las situaciones y medios empleados por el potencial suicida.

Los ejercicios prácticos son especialmente útiles para desmontar ciertos mitos muy extendidos en torno al suicidio como “si alguien quiere suicidarse realmente no hay nada que hacer” o “el que lo dice no lo hace”, se trata de juicios de valor erróneos con respecto a la conducta suicida que no ayudan en nada a la persona ni a los intervinientes y que deben ser eliminados para afrontar eficazmente este grave problema.

El curso se imparte por los vicedecanos del Colegio Oficial de psicología de Castilla y León, Vicente Martín y Jesús de Blas. Cada año ha aumentado el número de bomberos profesionales y policías locales que voluntariamente solicitan este curso que en todas sus ediciones ha recibido una valoración de sobresaliente.

Otros cursos que tratan el tema del suicidio

Además del curso ‘Actuaciones en conductas y riesgos suicidas’, la Agencia de Protección Civil y Emergencias programa anualmente otras actividades formativas en las que se aborda el tema del suicidio, como son el curso ‘Protección psicológica como primer interviniente’ para policías locales y el curso ‘Atención psicológica en emergencias’ dirigidos a los voluntarios y las voluntarias de protección civil. El objetivo de ambos cursos proporcionar recursos a policías locales y voluntariado de protección civil que desde sus distintas responsabilidades se ven involucrados en situaciones que ponen a prueba su resiliencia cuando el desenlace de esas situaciones no es el deseado.

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